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Bautismo

Bautismo

"Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" Mateo 28, 19

Todos los sábados en la mañana. Para la programación de otras fechas, dialogar con el Párroco en el Despacho Parroquial

NATURALEZA

    El Bautismo es el primer sacramento de la iniciación cristiana, por medio del cual, el hombre nace a la vida espiritual, por medio del agua y la invocación a la Santísima Trinidad. Se llama "Bautismo", en razón del elemento esencial del rito; es decir, el "bautizar" que significa "sumergir", "introducir dentro del agua", la "inmersión". La "inmersión" significa eficazmente la bajada del cristiano al sepulcro muriendo al pecado con Cristo, para así junto con Él, obtener una nueva vida en su resurrección. "Fuimos, pues, con Él sepultados por el bautismo en la muerte, a fin de que, al igual que Cristo resucitamos de entre los muertos por medio de la gloria del Padre, y así también nosotros vivamos una nueva vida”. ( Ef 5, 26 )

    Este Sacramento es llamado también "baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo ", (Tt.3, 5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de Dios." (Jn. 3,5).

    El Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, es el pórtico de la Vida en el Espíritu, y además es la puerta que nos abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo, somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo, y somos incorporados a la Iglesia, haciéndonos partícipes de su misión. (Catecismo. 1213)

INSTITUCIÓN

    La Sagrada Escritura nos habla del agua como fuente de la vida y de la fecundidad, dice que el Espíritu de Dios "se cernía" sobre ella (Gn 1,2).

    El arca de Noé, el Diluvio es otra de las prefiguraciones. Sobre todo, el paso del Mar Rojo, verdadera liberación de Israel de la esclavitud de Egipto, donde se anuncia la liberación obrada por el bautismo, se entra como esclavos en el agua y salen liberados. También el paso por el Jordán, donde el pueblo de Israel recibe la tierra prometida, es una prefiguración de este sacramento (Cfr. Catecismo 1217-1222).

    Todas estas prefiguraciones tienen su culmen en la figura de Cristo. Él mismo, recibe el bautismo de Juan, el Bautista, el cual estaba destinado a los pecadores y Él sin haber cometido pecado, se somete para "cumplir toda justicia" (Mt 3,15). Desciende el Espíritu sobre Cristo y el Padre manifiesta a Jesús como su "Hijo amado" (Mt 3, 16-17). Cristo se dejó bautizar por amor y humildad, y así darnos ejemplo. Si recordamos el encuentro de Jesús con Nicodemo, vemos como Él le explica la necesidad de recibir el bautismo (Cfr. Jn 3, 3-5).

    Después de su Resurrección confiere la misión de bautizar a sus apóstoles. “Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra; id pues, enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 18-19).

    En cuanto a los niños muertos sin el bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos. En efecto, la gran misericordia de Dios, que quiere que todos los hombres se salven (1 Tm 2, 4) y la ternura de Jesús con los niños, que le hizo decir: "Dejar que los niños se acerquen a mí, no se los impidáis" (Mc 10,14), nos permiten confiar en que haya un camino de salvación para los niños que mueren sin bautismo. Por eso es más apremiante aún la llamada de la Iglesia, a no impedir que los niños pequeños vengan a Cristo por el don del santo Bautismo (Catecismo 1261).

 

REQUISITOS PARA EL BAUTISMO

DOCUMENTACIÓN

  1. Registro civil del niño.
  2. Registro civil de los Padres, o partida de matrimonio, para verificar nombres de los abuelos.
  3. Fotocopia de cédulas de padres y padrinos.
  4. Inscripción de partida en el despacho parroquial.

FORMACIÓN

   Se imparte a los padres, padrinos y familiares con diferentes modalidades, presencial (cuando se pueden todos) o virtual, según las circunstancias, o visita domiciliaria.

     La formación la puede impartir los sacerdotes de la parroquia, los catequistas o las religiosas.

    Los temas centrales son: Iniciación cristiana, fundamentos bíblicos de los sacramentos y del bautismo en particular, la semiótica del bautismo, las obligaciones de padres y padrinos y la familia que forma y acoge en la fe.